La Ley de la Segunda Oportunidad (LSO) es un mecanismo dirigido a particulares y autónomos. Consiste en un proceso administrativo amplio, no muy conocido en nuestro país. La finalidad de la Ley nos permite cancelar las deudas cuando no podemos hacer frente a ellas.
El procedimiento consta de diversas fases. El primer paso consiste en negociar con los acreedores nuevas condiciones de pago.
¿Qué es un acreedor?
Los acreedores son aquellas personas que poseen el derecho a pedir/exigir el pago de una deuda/obligación a otra parte, que se denomina deudor.
Para que puedas entender mejor el significado de la figura del acreedor, te exponemos algunas definiciones de diferentes fuentes al respecto.
En el caso de la plataforma Wikipedia, por ejemplo, se define como acreedor a “una persona, física o jurídica, que legítimamente tiene el poder para exigir el pago o cumplimiento de una obligación contraída con anterioridad“.
Según indica la RAE, el acreedor es “la persona que tiene derecho a pedir el cumplimiento de alguna obligación” o bien, “el que tiene derecho a que se le satisfaga una deuda“.
¿Cuándo puede exigir un acreedor el cumplimiento de una obligación?
En el momento en que no se cumplan las deudas contraídas, y siempre que se cumplan ciertos requisitos, el acreedor podrá exigir esa obligación mediante diferentes mecanismos, como por ejemplo el “procedimiento monitorio”.
¿Cuál es la diferencia entre acreedor y deudor?
En lo que respecta a la diferencia que hay entre ambas partes, acreedor y deudor, podemos decir que: “El deudor es la persona que debe pagar una cierta cantidad de dinero al acreedor, a través de un contrato celebrado entre ambos”. Ambas figuras pueden ser personas físicas o jurídicas, dado que intervienen en una obligación jurídica.
En este escenario, el deudor es el sujeto pasivo de la relación jurídica, mientras que el acreedor será siempre el sujeto activo.
Son dos personas distintas pero necesarias, ya que uno no puede existir sin el otro.
Un ejemplo muy común que nos puede ayudar a diferenciar a estos dos tipos de personas es este: Cuando una entidad bancaria concede un préstamo a un cliente, el banco se convierte en el acreedor, mientras que el cliente será el deudor.
En la vida diaria podemos encontrar muchos más casos, como en la compra de un bien, el pago de las facturas, etc. Son diferentes escenarios en los que podemos encontrar ambas figuras, acreedor y deudor.
Un mediador concursal será el que intervendrá en las negociaciones en caso de que se produzca insolvencia del deudor. Mediante un concurso de acreedores, se intentarán establecer una serie de medidas para poder saldar las deudas pendientes que tenga el deudor con sus acreedores correspondientes.
Gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad, los deudores que contraigan responsabilidades con los acreedores y no puedan hacer frente a estas, tendrán la posibilidad de llegar a un acuerdo extrajudicial de pagos o cancelar la totalidad de sus deudas.