Morosidad
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Inicios de la Morosidad
La morosidad se refiere a la falta de cumplimiento o retraso en el pago de una deuda. Su historia se remonta a la existencia del concepto de deuda, el cual se origina desde la antigüedad con la aparición del comercio y el intercambio de bienes y servicios.
En la Edad Media, los prestamistas comenzaron a cobrar intereses por los préstamos realizados, lo que a su vez generó un mayor nivel de endeudamiento entre las personas. En esa época, los prestamistas recurrían a medidas extremas para recuperar las deudas impagadas, incluyendo el encarcelamiento de los deudores.
Con el paso del tiempo, se fueron estableciendo leyes y normas para regular el cobro de deudas, y surgieron las primeras entidades financieras que se encargaban de otorgar préstamos y gestionar el cobro de los mismos.
En la actualidad, la morosidad es un problema que afecta a muchos sectores económicos y financieros, y se han establecido regulaciones y mecanismos de control para garantizar el pago oportuno de las deudas y prevenir el sobreendeudamiento de las personas y empresas.
Que es la Morosidad
La morosidad es un término que se utiliza para describir la situación en la que una persona, empresa u organización no cumple con el pago de una deuda en el plazo establecido o acordado previamente.
En otras palabras, la morosidad se refiere al retraso o falta de pago de una obligación financiera, como puede ser un préstamo, una factura, un pago a proveedores, entre otros. Cuando una persona o empresa cae en morosidad, se convierte en deudor y puede enfrentar consecuencias negativas como el aumento de intereses, el corte de servicios o incluso la demanda judicial por parte del acreedor.
La morosidad es un problema importante en el mundo financiero, ya que puede generar inestabilidad económica y financiera, y afectar la rentabilidad de las empresas y entidades financieras que otorgan préstamos o créditos. Por esta razón, es importante que los deudores cumplan con sus obligaciones financieras en el plazo establecido, y que las entidades financieras establezcan mecanismos de control para prevenir y gestionar la morosidad.
Cuando una persona es morosa?
Una persona es considerada morosa cuando no cumple con el pago de una deuda en el plazo establecido o acordado previamente. En general, se considera que una persona es morosa cuando se han pasado varios días o semanas desde la fecha límite de pago sin que haya realizado la cancelación de la deuda.
El plazo de pago de una deuda puede variar dependiendo del tipo de obligación financiera y de los términos acordados entre el acreedor y el deudor. Por ejemplo, en el caso de un préstamo bancario, el plazo de pago puede ser de varios años, mientras que en el caso de una factura por servicios, el plazo puede ser de algunos días o semanas.
Es importante destacar que la morosidad puede generar consecuencias negativas para el deudor, como el aumento de intereses, la inclusión en listas de morosos o la demanda judicial por parte del acreedor. Por lo tanto, es importante que las personas cumplan con sus obligaciones financieras en el plazo establecido para evitar caer en morosidad y enfrentar estas consecuencias.
Morosidad en España
En España, la morosidad es un problema importante que afecta a distintos sectores económicos, como el bancario, el comercial y el empresarial. Según datos del Banco de España, la tasa de morosidad en España ha experimentado un aumento significativo en los últimos años debido a la crisis económica y financiera que ha afectado al país.
La tasa de morosidad se refiere al porcentaje de préstamos que están en situación de impago o retraso en el pago en relación al total de préstamos otorgados. En España, la tasa de morosidad ha llegado a superar el 13% en algunos periodos, lo que ha generado un importante impacto en la estabilidad financiera y económica del país.
Entre las causas de la morosidad en España se encuentran el alto nivel de endeudamiento de las familias y empresas, el aumento del desempleo, la falta de acceso al crédito y la proliferación de prácticas financieras poco transparentes o abusivas.
Para prevenir y gestionar la morosidad en España, se han establecido medidas y mecanismos de control por parte de las entidades financieras y del gobierno, como la regulación de los intereses y los plazos de pago, la supervisión de las prácticas bancarias y la inclusión de los deudores en listas de morosos.
Morosidad por tarjetas de crédito
La morosidad por tarjetas de crédito se refiere al incumplimiento del pago de las obligaciones financieras derivadas del uso de una tarjeta de crédito. Cuando un titular de tarjeta de crédito no realiza el pago mínimo o total de sus compras o disposiciones realizadas con la tarjeta, se considera que está en mora.
En España, la morosidad en tarjetas de crédito es un problema significativo que afecta a muchas personas y entidades financieras. Según datos del Banco de España, la tasa de morosidad en tarjetas de crédito ha aumentado en los últimos años, llegando a superar el 10% en algunos periodos.
Entre las causas de la morosidad en tarjetas de crédito se encuentran el alto nivel de endeudamiento de las personas, el uso excesivo de la tarjeta de crédito, la falta de control del gasto y la proliferación de ofertas y promociones que pueden llevar a un sobreendeudamiento.
Para prevenir y gestionar la morosidad en tarjetas de crédito, es importante que los titulares de las mismas realicen un uso responsable y consciente de su tarjeta, que establezcan límites de gasto y que realicen los pagos en los plazos establecidos. Las entidades financieras también han implementado medidas de control para prevenir y gestionar la morosidad en tarjetas de crédito, como la fijación de límites de crédito, la supervisión de las operaciones y la oferta de planes de pago o refinanciación.
Registros de Morosidad
En España, existen varios registros de morosidad donde las empresas y entidades financieras pueden consultar la situación crediticia de un cliente potencial. Estos registros son bases de datos que recopilan información sobre el historial de pago y las deudas de las personas físicas y jurídicas.
Algunos de los registros de morosidad más importantes en España son:
- ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito): Es el registro de morosos más conocido en España y recoge información sobre deudas impagadas en el ámbito financiero, comercial y de servicios.
- RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas): Es un registro que recoge información sobre impagos relacionados con letras, pagarés y otras formas de financiación.
- CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España): Es un registro que recoge información sobre la posición crediticia de las empresas y personas físicas con deudas superiores a los 6.000 euros.
- Experian Bureau de Crédito: Es un registro de morosidad que recoge información de diversas fuentes y ofrece a las empresas y entidades financieras una evaluación del riesgo crediticio de sus clientes.
Es importante destacar que la inclusión en un registro de morosidad puede tener consecuencias negativas para la persona o empresa, como la dificultad para obtener créditos o financiación en el futuro. Por lo tanto, es recomendable mantener al día el pago de las deudas y cumplir con las obligaciones financieras para evitar caer en morosidad y la inclusión en estos registros.
Empresas de cobro de Morosos
Las empresas de cobro de morosos son empresas que se dedican a recuperar las deudas pendientes de pago por parte de los deudores, ya sea a través de acuerdos de pago o, en última instancia, mediante acciones legales. Estas empresas pueden ser contratadas por los acreedores, como las entidades financieras, empresas de servicios públicos o de telecomunicaciones, para gestionar y recuperar las deudas impagadas.
En España, existen diversas empresas de cobro de morosos que ofrecen servicios especializados en la recuperación de deudas. Algunas de las más conocidas son Intrum, Ibercheck, EOS, ASNEF Recobros, Solunion y Axactor.
Estas empresas utilizan distintas estrategias y métodos para recuperar las deudas, como la negociación directa con el deudor, la oferta de planes de pago o refinanciación, la mediación entre el acreedor y el deudor, y en algunos casos, la reclamación de la deuda por vía judicial.
Es importante destacar que estas empresas deben seguir las normas y regulaciones establecidas por la legislación española en materia de protección de datos y de derechos de los consumidores, y deben respetar los límites legales establecidos para la recuperación de deudas. Por lo tanto, es recomendable revisar y comparar las opciones disponibles antes de contratar los servicios de una empresa de cobro de morosos.
Malas practicas de la Morosidad
Aunque existen empresas de cobro de morosos que operan de manera ética y profesional, en ocasiones también se han reportado casos de malas prácticas en el sector. Algunas de las prácticas más comunes y cuestionables son:
- Acoso: Las empresas de cobro de morosos no pueden acosar ni amenazar a los deudores ni a sus familiares, ni utilizar técnicas de intimidación para recuperar la deuda.
- Información engañosa: Las empresas de cobro de morosos no pueden proporcionar información engañosa o inexacta a los deudores, como la falsa amenaza de que se les va a embargar un bien que no puede ser objeto de embargo.
- Contacto con terceros: Las empresas de cobro de morosos no pueden contactar con terceros, como familiares, amigos o empleadores, para obtener información sobre el deudor o presionarle para que pague la deuda.
- Contacto fuera de horario: Las empresas de cobro de morosos no pueden contactar al deudor fuera de los horarios establecidos por la ley, ni tampoco pueden contactarle en días festivos.
- Invasión de la privacidad: Las empresas de cobro de morosos no pueden acceder a la información personal del deudor de forma ilegal, como por ejemplo, a través del acceso no autorizado a su cuenta de correo electrónico o redes sociales.
Es importante que los consumidores conozcan sus derechos y sepan que tienen el derecho a recibir un trato justo y respetuoso por parte de las empresas de cobro de morosos. Si una persona se siente acosada o ha sido víctima de prácticas ilegales por parte de una empresa de cobro de morosos, puede presentar una reclamación ante los organismos reguladores o buscar asesoramiento legal para proteger sus derechos.
Cobro de Morosidad via judicial
La vía judicial es una opción que pueden utilizar los acreedores para recuperar las deudas pendientes de pago por parte de los deudores. Esta opción implica el inicio de un procedimiento judicial, en el que se solicita la ejecución de la deuda pendiente, y puede llevarse a cabo a través de distintos procesos según la cantidad de la deuda.
En España, el procedimiento judicial para recuperar una deuda se puede realizar mediante el juicio monitorio, que es un proceso rápido y sencillo que se aplica a deudas inferiores a los 2.000 euros; o mediante el juicio verbal o el juicio ordinario, que se utilizan para deudas superiores a esa cantidad.
El procedimiento judicial para recuperar una deuda implica la presentación de una demanda ante un juzgado y la correspondiente notificación al deudor. A partir de ese momento, se establece un plazo para que el deudor pague la deuda o se oponga a la demanda. Si el deudor no realiza ninguna acción en ese plazo, se procederá a la ejecución de la deuda mediante el embargo de sus bienes.
Es importante destacar que el proceso judicial para recuperar una deuda puede ser costoso y puede llevar tiempo, por lo que antes de optar por esta opción, se recomienda intentar la negociación directa con el deudor o la contratación de una empresa especializada en la recuperación de deudas, siempre y cuando esta última opere dentro del marco legal establecido.
Estoy en un registro de Morosidad
Si te encuentras registrado en un registro de morosos como ASNEF, RAI o EQUIFAX, lo primero que debes hacer es averiguar la deuda que ha dado lugar a tu inclusión en el registro de morosos. Para ello, puedes solicitar a la entidad que te ha registrado que te proporcione la información necesaria para conocer los detalles de la deuda.
Una vez que hayas obtenido la información, si la deuda es real, lo mejor que puedes hacer es intentar pagarla lo antes posible para eliminar tu registro del fichero de morosos correspondiente. Si no puedes pagarla de una sola vez, puedes tratar de negociar con el acreedor para establecer un plan de pagos que te permita abonar la deuda en cuotas.
Una vez que hayas pagado la deuda, debes solicitar al acreedor que te remita el correspondiente certificado de cancelación de la deuda, el cual debes remitir al fichero de morosos para que proceda a la eliminación de tus datos del registro.
Si consideras que la inclusión en el registro de morosos no es correcta, puedes presentar una reclamación ante el fichero de morosos correspondiente, aportando la documentación necesaria para demostrar que la deuda no es tuya o que ya ha sido pagada. Si tras la reclamación el fichero de morosos determina que la inclusión fue indebida, procederá a la eliminación de tus datos del registro.