Actuar de buena fe y liquidar los bienes son motivo de la cancelación de deudas.
Con la ayuda de la ley de la segunda oportunidad, Bitrián se liberó de una deuda de casi cuatro millones de euros que le exigían por su condición de avalista los acreedores financieros . En un principio, Bitrián intentó llegar a un acuerdo con los acreedores, pero al no conseguirlo, se declaró en concurso de acreedores, liquidó sus bienes y pidió el beneficio para la cancelación del pasivo insatisfecho, que le concedieron la semana pasada.
El perdón de casi cuatro millones de euros de deudas
“He llorado mucho, lo he pasado muy mal. Cuando te pasa lo que a mí, te quedas sin nada. Por supuesto, sin tarjeta de crédito. Con la línea de teléfono a nombre de mi suegra. En un continuo sobresalto. Sales adelante gracias a los amigos”, relata Bitrián.
Ahora, después de tres años, puede disfrutar de su libertad. Des de 2016, Bitrián vivía con el sueldo intervenido por el administrador concursal, al que pedía permiso para cada vez necesitaba dinero para cualquier gasto extraordinario, como los apartados dentales de uno de sus hijos.
Después de todo el proceso vivido estos años, Bitrián hace autocrítica y admite que “tuve que ser más riguroso, medir mejor los riesgos”. Sin embargo, también reparte culpas “En octubre del 2008, un mes después de la caída de Lehman Brothers, fui a ver a uno de los grandes financiadores del hotel y les planteé esperar. Me dijeron que no y seguimos. Al poco tiempo, empezaron las obras…”.