Si eres un emprendedor o emprendedora que no ha tenido éxito con su actividad empresarial, podrás negociar las deudas adquiridas con los acreedores gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.
Este mecanismo ofrece a particulares y autónomos la posibilidad de hacer frente a una situación de insolvencia, permitiendo conseguir unas condiciones más ventajosas a la hora de liquidar las deudas contraídas.
De ésta manera, todo empresario podrá conseguir pactar moratorias de hasta 3 años y quitas de hasta el 25%, estando en situación de insolvencia, a través de un mediador concursal. Tras las ampliaciones de 2015, las personas físicas podrán acceder a la exoneración de todas sus deudas, si no pueden afrontarlas en un plazo de 5 años.
Como dijo Winston Churchill, “El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”. Y es que la Ley de Emprendedores se basa en la regulación de “La Segunda Oportunidad”.
Existe una solución para todos aquellos empresarios que no han tenido éxito en su primer proyecto, para que no duden en volver a emprender. A continuación, te explicamos las modificaciones que se han llevado a cabo en la Ley Concursal y el nuevo mecanismo de negociación extrajudicial de deudas.
A partir de la figura de un mediador concursal, con el objetivo de garantizar que el fracaso no cause un empobrecimiento que inhiba al empresario de comenzar un nuevo proyecto, los emprendedores y pequeñas empresas con deudas no superiores a 5 millones de euros podrán buscar acuerdos con los acreedores.
La Segunda Oportunidad para los emprendedores
La Ley de la Segunda Oportunidad es un procedimiento extrajudicial que permite al emprendedor negociar el pago de la deuda con sus acreedores, ayudado por la figura del Mediador Concursal. Los créditos de derecho público no podrán afectarse por el acuerdo extrajudicial, mientras que los créditos con garantía real únicamente podrán incorporarse al acuerdo si los acreedores lo deciden.
Aunque las personas físicas ya podían acudir al concurso de acreedores, la Ley de la Segunda Oportunidad supone un mecanismo a su medida. El objetivo final de esta ley es doble: por un lado, ayudar a las personas que están atravesando una situación económica muy complicada y, por el otro, salvar el derecho de cobro de los acreedores.
Requisitos de la Ley de Segunda Oportunidad
Esta Ley tiene muy en cuenta el historial crediticio del deudor que se declara en situación de insolvencia, ayudando a las personas que han demostrado ser buenos pagadores pero, actualmente, atraviesan una mala situación económica.
Los requisitos que se deben cumplir para poder acogerse a la Ley son:
- No haber sido condenado por delitos sociales o económicos.
- No ser objeto de un concurso culpable.
- No haberse acogido a la Ley en los últimos 10 años.
- Haber intentado el acuerdo extrajudicial de pagos.
- Actuar de buena fe.